En la última década, las nuevas formas de fabricación han dado como resultado una amplísima carta de posibilidades inexistentes años atrás. Acabados en colores que no existían, maderas curvadas… Pero no todo el mundo se atreve con todos estos cambios.
Para los menos atrevidos, una pequeña pincelada de color será suficiente aditivo para conseguir un salón moderno y actual.
Para quienes no tienen miedo a los contrastes, la superficie de color puede ser un poco mayor, haciendo casi un mitad y mitad.
Los más atrevidos podrán optar por muebles completamente coloreados. En ellos la ausencia de contrastes es sustituida por la enorme explosión de color que se produce en un punto concreto de la habitación.
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